¿Porque prendemos velas en los trabajos?
Porque los espíritus viven en la oscuridad y tienen los ojos cerrados al prender la vela los guiaremos a la luz por el trazo o camino que se hace el trabajo.
¿Cuándo prendemos velas ellos pueden ver?
Los espíritus de luz vienen por la materia con los ojos cerrados pues no le dan permiso de abrir los ojos de la materia por la que pasan si le dan permiso de articular y de utilizar las cuerdas vocales para hablar.
Los espíritus de la Nganga son espíritus materializados eso significa que ellos están muertos, pero se comportan como estuvieran vivos. Muchos se pueden ver muy bien detallados con mucha fuerza y poder si los vemos que no ponen los pies en el suelo son muy malos.
Siempre que trabajamos con la Nganga debemos prender velas no dejamos los espíritus en la oscuridad por esa manera los guiaremos por los trazos para que puedan regresar por el rastro que ellos dejaron.
Es por eso que cuando hacemos un trabajo aparte de los espíritus que son de nosotros y los llamamos para hacer una Nsaras trabajo vienen espíritus alimentarse de la luz de esa vela trayendo a las malas corrientes y atrasando el mismo trabajo bueno que hacemos muchos sin esa intención, pero nos transmutaran el arrastre al cual dio su caída esos espíritus si fue aun a muerte accidental o agresiva por ejemplo que lo haiga matado.
Lo que hacen los viejos Nganguleros es que les ponen a las velas aros negros “pintados” para que solo puedan acudir los espíritus de la Nganga con la cual trabajamos. No permitiendo ningún espíritu ajeno que se introduzca al Nsara que hacemos y así no nos traerá arrastres que vienen con esos espíritus abandonado por sus propias familias dejándolo al olvido y tratando de buscar luz.
Los que somos religiosos atendemos a nuestros espíritus familiares que son los espíritus más allegado que tenemos, que cuando damos la caída que morimos ellos nos ayudaran al trance del mundo invisible o al mundo celestial como comentan los que nos conocen. Esa es la razón que si le damos luz a los espíritus familiares nuestros difuntos.
Cuando nos muéranos ellos podrán hacer mucho más por nosotros mismo, tendrán luz y podrán guáranos como espíritus a nosotros mismo.
De vivo nos entran ayudando y al dar la caída que es inevitable al morir según las creencias. Ellos nos podrán ayudar a esa transición de vivo a la muerte
Es mucho más complejo el mundo espiritual que el mundo materializado solo daremos fuerza con lo materia como dando sangre o aguardiente humo de tabaco en los sacrificios de animales materialízalos a esos espíritus y convirtiendo ese espíritu en casi un ser que sabe que está muerto pero se comporta como un vivo eso son los espíritus oscuro que trabajan el Ngangulero todo aquel que tiene una Nganga es por eso que lo que prometes debe ser cumplidos arriba de la Nganga pues sino se ofenden como en la vida cotidiana que prometes y después no cumples y ellos cobraran por su mismo ellos se comportan como tú y yo..
Mientras más brutos los espíritus de la Nganga sean más agresivos serán en los trabajos que hacen los Nganguleros. Pero eso es una cuchilla de doble filo.
Es por eso que alguno Nganguleros se pintan la cara cuando trabajan con la Nganga se dice que la Nganga muchas veces ni reconoce a su dueño, cuando es una Nganga verdadera.
La única manera de que todos sea bien es cumpliendo con lo que haces, sea amistad con un familiar tuyo que no traicionas y le haces un cuento siendo legar.
Es por eso que las Nganga te hacen comprometerte con que cumplas las leyes con que ellos rigen. Todo el que incumple roba engaña transmitiendo los falso testimonios pagaran sus penas ellos mismo están malditos
No hay que hacer nada ellos mismo pagaran sus mismas penas a muchos lo mataran a otros irán a prisión otros morirán de muerte extrañas y muchos romperán sus misma Nganga por miedo por ver lo que le está pasando o le pasara.
Tratando de huir de sus propias traiciones a sus ahijados y a sus espíritus Nkisi de la Nganga. Muchos han iniciado y después de iniciar se escapan robando mucho dinero a sus ahijados se escapan sin saber dónde están. Mudándose a otro lugar sin decir nada.